11 jun 2012

Entrevista a Suna Rocha


“La Cultura siempre es la más perjudicada”
Suna, oriunda de las Arrias, Tulumba, norte cordobés. Su nombre artístico lleva el apellido de su madre, de quién hereda el amor por la música y  el canto. En los 80 llega a  Buenos Aires y hace sus primeras armas en la televisión nacional.
Suna canta con  Carnota, quien fuera su compañero y padre de su hija. Mercedes Sosa los escucha y los convoca para grabar juntos su LP “Como un pájaros libre”. Una vasta carrera acompaña a Suna desde hace treinta años en escenarios nacionales e internacionales. Por ello en el 2004 fue declarada “Figura ilustre del folclore nacional con proyección internacional” por el Congreso de la Nación.

Los años pasan y Suna cada día  cultiva más su voz, su propuesta y acumula mayor conocimiento acerca de la las raíces y la identidad cultural de nuestros pueblos para devolverlo en letras hechas canciones que comprometen su pensar que transmite con la misma energía de aquella primera vez.

¿Cómo ves hoy el tema de políticas culturales?
En realidad es un vaivén el tema de la política cultural. Siempre los presupuestos culturales han sido los más bajos de todos. Nunca ha sido una cuestión primordial el tema de la cultura en las agendas políticas. Para hablar en criollo, la cultura siempre ha sido el último orejón del tarro en cualquier gobierno. De dónde se manotea si se quiere hacer algo, del presupuesto de cultura. De todas maneras, yo estoy trabajando en Cultura de la Nación. No pagan en tiempo y forma. Si nos planteáramos vivir de esto no podríamos, esa es la verdad. Igualmente estamos mucho mejor de lo que puede llegar a estar. En este momento, por ejemplo, la ciudad de Buenos Aires donde hay una negación total y absoluta a todo tipo de manifestación cultural. Todo lo que tiene que ver con el patrimonio arquitectónico es una vergüenza, lo que han hecho con el teatro Colón. No hay presupuesto en los teatros de la ciudad, menos para este tipo de música, la que considero una música marginal. El folclore, más en Buenos Aires, es una música que tiene que ver con lo antiguo, con lo viejo, con lo demodé y no con la raíces y la identidad de la gente. Se usa la palabra folclore cuando hay peleas en las canchas, y dicen que forma parte del folclore del fútbol. Cómo que forma parte del folclore. Forma parte de la violencia que hay en el país, de la gente, del tema de la droga, de un montón de aditamentos que hace que la gente haga lio porque no se siente bien, tiene frustraciones. Esto sucede ahora y siempre pasó.  De manera que si me preguntas qué opino del tema de la cultura, y te digo que generalmente son autogestiones como hago yo. Quiero hacer el teatro en Córdoba, quiero mostrarles a los cordobeses que, además de cantar, puedo bailar no sólo folclore, también tango, puedo mostrar todas las potencialidades que como artista tengo porque me he preparado para eso. Voy a actuar en el San Martín en octubre.
¿Cómo ha sido tu producción musical a través del tiempo?
Siempre he tenido un estilo, pero además un pensamiento que he plasmado en el contenido de los trabajos. Estoy totalmente convencida de que un cantor popular no es el vocero, hablando en términos políticos, de la gente, eso no me dice nada. Si todos los días vamos a cantar canciones que tienen que ver con el amor, que no me dicen ni plantean otra cosa que no sea eso y no que vamos a tener un problema serio y vital como es el tema del agua… El agua es vida. No me sirve. Me parece bien que el cantor popular se plante y hable de esas cosas que la gente no puede hacer o que tome conciencia a partir de un trabajo discográfico. Al presentar mis trabajos, hablo de la cantidad de agua potable que hay en el globo terráqueo. Hay que comentar estos temas para que la gente tome conciencia, porque los medios de comunicación no hablan de esto. Creo que debería haber un Ministerio de Ecología. Hace un tiempo leí un libro que dice que Estados Unidos va a crear conflictos en Latinoamérica para hacer su intromisión y asentar sus soldados para, según ellos, calmar los problemas bélicos para tener una razón de ser en este suelo, cuando en realidad vienen por el agua.
¿De ésto trata tu último disco?
Sí. El disco se llama S.O.S Agua y algunas canciones hablan del agua potable, otras no, pero hay una canción por excelencia que se llama el Hombre y el agua donde ahí están las potencialidades que tiene el agua. El agua es un elemento maravilloso. Hay también en el disco un escrito de un tipo que es un capo donde habla del tema del agua como un ser vivo, al que hace poco le han encontrado su célula que es bellísima a nivel visual. En mi anterior trabajo hice referencia a la problemática del algarrobo, ahora es el turno del agua. Hace falta crear una fuerte concientización.  
¿Nunca te animaste a escribir canciones?
Creo que tengo grabados dos temas que he hecho yo, con letras muy sentidas, en momentos fuertes de mi vida. Un tema que se llama Haciendo tiempo, que ha sido grabado por otros autores: “Haciendo tiempo que miremos adentro, cansados estamos de engordar extraños, de seguir gateando y de palpar lo errado”. Es así. Nos pasan cosas como en un momento de nuestra historia hayan desaparecidos 30 mil personas. Para que eso no suceda tenemos que aprender la lección, y tenemos que saber que eso no tiene que suceder nunca más. Felizmente se está haciendo justicia en ese aspecto y me parece correcto y lo que tendríamos que haber hecho siempre, desde que existe la democracia. Hay mucha impunidad. A nivel general, creo que debería haber más justicia.
¿Con qué artistas te has identificado a lo largo de tu carrera?
Sin lugar a dudas Atahualpa Yupanqui, Manuel J. Castilla. La música ha dado verdaderos duetos que le han agregado a la música popular Argentina una cantidad de obras geniales de arte, que de alguna manera nos han permitido a nosotros que la gente pueda llegar a gozar de esa temática maravillosa donde en cinco estrofas, que es una zamba, se pueda conocer quién era Eulogia Tapia. Me tomo de gente que realmente ha compuesto cosas muy hermosas. Disfruto y admiro lo hecho, pero me cuesta mucho escribir mis propias canciones.
De los contemporáneos, que traten temáticas ambientales, ¿cuáles son referencia?
He grabado un disco y he acudido a Serrat porque aquí ninguno de los nuevos me plantea eso del ambiente. Sí me plantea lo del amor, que la gente ya sabe de que se trata. Tengo muchos proyectos por hacer y tengo una hija a quien querer. Vuelco todo lo que tengo para dar en mis seres queridos más cercanos.
¿Los proyectos más inmediatos?
Tengo prácticamente terminada una ONG con la cual voy a hacer cosas con mis chicos y, a partir de ahí, voy a ver que va surgiendo. Como toda cosa, es comenzar, luego los caminos se bifurcan hacia quién sabe dónde. Siempre quisiera cosas positivas y también dedicarme a algo que tenga que ver con ayudar al otro y dar todo lo que he aprendido en casi treinta años de canto.
¿Cuál considerás que ha sido tu mejor etapa?
No te puedo decir eso porque cuando he estado en la cresta de la ola no era consciente de muchas cosas de las que ahora soy. No tenía la sabiduría que hoy tengo. De manera de que si pudiera complementar aquello con esto, yo no he sido nunca una cantora de grandes masividades. Y que suerte. Porque a veces la masividad pasa muy rápidamente. Yo me he ido manteniendo en el tiempo.
¿Estás queriendo regresar al terruño?
En este momento vivo en Buenos Aires. Tengo ganas de volverme pero no quiero hacer un cambio de 180 grados. Quisiera venir de a poco. Venir, quedarme un tiempo y volver. Volver porque en Buenos Aires tengo todo un circuito laboral que acá no tengo. En Córdoba tengo mis afectos más cercanos. 

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